ABRAHAM BOBA: Como en Hollywood – BOB DYLAN: Desolation Row

ABRAHAM BOBA: Como en Hollywood – BOB DYLAN: Desolation Row

LA POSIBLE COPIA

 

ABRAHAM BOBA: Como en Hollywood

 

«Como en Hollywood» era una de las diez canciones incluidas en el álbum Los días desierto, disco del músico y compositor Abraham Boba, editado en 2011 por la compañía discográfica Limbo Starr.

 

Todas las canciones aparecían como compuestas por David Cobas Pereiro (nombre real de Abraham Boba) y en el disco, grabado en los estudios El Cariño de Zaragoza, participaban, además, Pablo Magariños a la percusión, Edu Baos al bajo y Álvaro Segovia a la guitarra.

 

Esta era la nota de promoción de su sello: «Hay artistas que optan por la libertad creativa, por reinventarse en cada disco, por explorar las vías musicales menos trilladas. A menudo estos reciben el reconocimiento de pocos pese a que sus composiciones estén dotadas de una calidad indiscutible.

 

Y luego los hay que, a pesar de todo lo anterior, consiguen atraparnos y nos permiten entrar en su propio universo creativo. Poco a poco pero sin vacilar: sus melodías siempre llegan para quedarse. Y es que Abraham Boba lo ha conseguido una vez más, y por la puerta grande: Los días desierto es un disco que explora a la perfección esos sentimientos humanos que nos tocan a todos, desde el vacío de la soledad al amor.

 

Abraham, más conocido últimamente por acompañar a Nacho Vegas y ser uno de los protagonistas absolutos del último trabajo del asturiano y también por liderar la banda León Benavente, publica Los días desierto, su tercer álbum, su disco más pop, y el que ya podemos afirmar –a riesgo de caer en el tópico- que supone un antes y un después en su carrera.

 

¿Álbum de consagración? Desde luego lo es a nivel personal, pues logra con su pop de autor involucrarse hasta la médula en sus letras y en su música, pero seguramente también a nivel mediático. Boba no sólo cuenta y canta canciones, también las interpreta con su voz, piano, guitarra o acordeón.

 

Historias personales escritas desde una óptica tan hiriente como tierna, un perfecto desdoblamiento de personalidad musical que no aspira a emular a nadie más que a uno mismo. Un universo musical propio, donde el pop y los referentes clásicos de un buen singer-songwriter se funden en unas canciones que mantienen el ADN propio de sus discos anteriores pero en formato más eléctrico que nunca, y embellecido por coros y muchos más matices.

 

En definitiva, Los días desierto destila todo aquello de lo que ya veíamos capaz a Abraham: sensibilidad musical, destreza instrumental y clase. Todos sabemos que los buenos discos son aquellos que precisan su tiempo de escucha, y el de Abraham es de esos. Pero también sabemos que precisamente esos son los discos que más nos cautivan, y a los que acabamos recurriendo casi compulsivamente».

 

Esta es su letra:

» Hoy me siento como en Hollywood
Nada puede salir mal
El desayuno está estupendo
Mi casa es fenomenal

No me afectan los insultos
Y mucho menos la actualidad
Hoy me siento como en Hollywood
Y lo voy a celebrar
Ah, ah, ah

Con indios y vaqueros
Astronautas y cuatreros
Con amantes, comandantes
Asesinos, traficantes
Con putas, espadachines
Marineros y arlequines
Con todos ellos lo voy a celebrar

Hoy me siento como en Hollywood
Especialmente especial
Tengo mi coche de carreras
Tengo mi escándalo sexual
Ah, ah, ah

Mueran los iconoclastas
Muera el hombre intelectual
Hoy me siento como en Hollywood
Y lo voy a celebrar

Me vas a odiar
Me vas a odiar
Y harás algo que me haga feliz
Harás algo que me haga feliz

Con indios y vaqueros
Astronautas y cuatreros
Con amantes, comandantes
Asesinos, traficantes
Con putas, espadachines
Marineros, arlequines
Con gánsters, policias
Figurantes, periodistas

Con todos lo voy a celebrar
Con todos lo voy a celebrar
Con todos lo voy a celebrar
Con todos ellos lo voy a celebrar

Hoy me siento como en Hollywood
Nada puede salir mal
No me quedan muchas horas
En Madrid no se está mal «.

 

EL ORIGINAL

 

BOB DYLAN: Desolation Row

 

Preguntando en la edición de marzo de 2011 de la revista Go Mag por el parecido de «Como en Hollywood» con el tema «Desolation Row» de Bob Dylan, Abraham Boba comentó que su canción estaba realmente más inspirada por “Isolation” de Joy Division.

 

«Desolation Row» es una canción de 1965 del cantautor estadounidense Bob Dylan. Fue grabada el 4 de agosto de 1965 y editada como el tema de cierre del sexto álbum de estudio de Dylan, Highway 61 Revisited. En ella destaca su duración (11:21) y una letra surrealista en las que Dylan entreteje una serie de personajes que se mueven por un paisaje urbano.

 

Aunque el corte del álbum de «Desolation Row» es acústico, la canción se grabó inicialmente en una versión eléctrica. La primera toma se grabó durante una sesión vespertina el 29 de julio de 1965 con Harvey Brooks al bajo eléctrico y Al Kooper a la guitarra eléctrica. Esta versión finalmente se lanzó en 2005 en The Bootleg Series Vol. 7: No Direction Home: The Soundtrack.

 

El 2 de agosto, Dylan grabó cinco tomas más de «Desolation Row». La versión del disco se hizo el 4 de agosto de 1965, en el estudio A de Columbia en la ciudad de Nueva York. El guitarrista de Nashville Charlie McCoy, que se encontraba en Nueva York, fue invitado por el productor Bob Johnston para contribuir con una parte de guitarra acústica improvisada y Russ Savakus tocó el bajo.

 

Cuando se le preguntó dónde estaba ubicado «Desolation Row», en una conferencia de prensa de televisión en San Francisco el 3 de diciembre de 1965, Dylan respondió: «Oh, ese es un lugar en México, está al otro lado de la frontera. Se destaca por su fábrica de Coca-Cola”.

 

Al Kooper, quien tocaba la guitarra eléctrica en las primeras grabaciones de «Desolation Row», sugirió que estaba ubicado en un tramo de la Octava Avenida, Manhattan, «un área infestada de casas de putas, bares de mala muerte y supermercados porno más allá de la renovación o de la redención».

 

En una entrevista con USA Today el 10 de septiembre de 2001, el día antes del lanzamiento de su álbum Love and Theft, Dylan afirmó que se trata de «Una canción de juglares de principio a fin. Vi un espectáculo de juglares con la cara negra en los carnavales cuando era pequeño, y tuvo un efecto en mí, tanto como ver a la dama de cuatro piernas».

 

Esta sería su letra traducida:

«Están vendiendo postales del ahorcamiento
Están pintando de marrón los pasaportes
El salón de belleza está lleno de marineros,
El circo está en la ciudad.

Aquí viene el comisario ciego,
Lo han puesto en aprietos
Una mano sostiene al caminante en la cuerda floja,
La otra está en sus pantalones.

Y la brigada anti disturbios está intranquila,
Necesitan ir a algún sitio
En tanto mi dama y yo observamos,
Desde la Calle de la Desolación.

La Cenicienta, parece tan relajada,
«Un ladrón reconoce a otro ladrón», sonríe
Y coloca sus manos en sus bolsillos traseros
Al estilo de Bette Davis.

Y llega Romeo, lamentándose:
«Creo que me perteneces»
Y alguien dice,
«Estás en el lugar equivocado, amigo mío, mejor te vas»

Y el único sonido que queda
Después de que las ambulancias se van
Es la Cenicienta barriendo con la escoba
En la Calle de la Desolación.

Ahora la luna está casi oculta,
Las estrellas comienzan a esconderse
Incluso la dama que lee la fortuna
Ha guardado todas sus cosas en casa.

Todos menos Cain y Abel
Y el jorobado de Notre Dame
Están haciendo el amor
O bien esperando que llueva.

Y el Buen Samaritano se está vistiendo,
Queda listo para el «show»
Se dirige al carnaval esta noche,
En la Calle de la Desolación.

Ofelia permanece bajo la ventana,
Temo mucho por ella
En su vigésimo segundo cumpleaños
Ya es una vieja dama.

Para ella la muerte es totalmente romántica
Lleva puesto un chaleco de fierro
Su profesión es su religión,
Su pecado es su falta de vida.

Y aunque sus ojos están fijos
En el gran arco iris de Noé
Pasa su tiempo echando un vistazo
A la Calle de la Desolación.

Einstein, disfrazado de Robin Hood,
Con sus recuerdos en un baúl
Siguió su camino hace una hora con su amigo,
Un monje celoso.

Ahora lucía tan inmaculadamente temeroso
Cuando gorroneaba un cigarrillo
Luego se marchó olfateando las cañerías del desagüe
Y recitando el alfabeto.

No te interesaría mirarlo,
Pero era famoso hace mucho tiempo
Por tocar el violín eléctrico
En la Calle de la Desolación.

El Dr. Filth, mantiene su mundo
Dentro de una taza de cuero
Pero todos sus pacientes asexuados
Intentan reventarla.

Ahora su enfermera, una perdedora local,
Está a cargo del abrevadero de cianuro
Y ella también guarda las tarjetas que dicen
«Ten piedad de esta alma».

Ellos siguen tocando las flautas irlandesas,
Puedes oírlos soplar
Si asomas tu cabeza lo suficientemente lejos
De la Calle de la Desolación

A lo largo de la calle han clavado las cortinas,
Se están preparando para el festín
El Fantasma de la Ópera encarnando
La perfecta imagen de un sacerdote

Están dando de comer con la cuchara a Casanova
Para que se sienta más seguro
Luego lo asesinarán con su autoestima
Después de envenenarlo con palabras

Y el Fantasma está gritando a chicas flacas,
«Salgan de aquí si no saben que
Casanova simplemente está siendo castigado
Por ir a la calle de la Desolación».

A medianoche todos los agentes
Y la multitud súper humana
Salen y acorralan a todo aquel
Que sabe más que ellos.

Luego lo llevan a la fábrica
Donde la máquina de ataques de corazón
Está envuelta en sus hombros
Y entonces el kerosene.

Es traído desde los castillos
Por agentes de seguridad que van
A verificar que nadie escape
De la calle de la Desolación.

Alabado sea el Neptuno de Nerón,
el Titanic zarpa al amanecer
Todo el mundo grita,
«¿En qué bando estás?»

Y Ezra Pound y T.S. Eliot
Peleando en la torre del capitán
Mientras que cantantes de calipso se ríen de ellos
Y pescadores sostienen flores.

Entre las ventanas del mar
Donde encantadoras sirenas discurren
Y nadie tiene que pensar demasiado
En la Calle de la Desolación.

Sí, ayer recibí tu carta,
Acerca de la vez en que se rompió el picaporte
Cuando me preguntaste cómo estaba,
¿Fue eso algún tipo de broma?

Todas esas personas que mencionas,
Sí, las conozco, son completamente patéticas
Tuve que reconstruir sus rostros
y dar a todos otro nombre.

Justo ahora, no puedo leer muy bien,
No me envíes más cartas, no,
No a menos que las eches al correo
desde la Calle de la Desolación».

 

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