ALIVE: Todo esto para qué – OMD: Enola Gay

ALIVE: Todo esto para qué – OMD: Enola Gay

LA POSIBLE COPIA

 

ALIVE: Todo esto para qué

 

“Todo esto para qué” aparecía en el segundo disco del dúo de pop electrónico Alive, Lolita, ángel y aprendiz, publicado en 2009 y concebido, según sus autores, como una colección de singles, que apareció después de su primer disco, Existe un lugar (2007).

 

El disco fue grabado después de que Luis Fernández, quien también era manager del grupo SPAM formado por Juan Sueiro y Juan Carlos Molina (‘Moli’), les animase a grabar algún tema junto a Juan Sueiro, con quien realizaron una versión actualizada del tema «Existe un lugar (versión 2008)».

 

Lolita, ángel y aprendiz apareció precedido por la publicación del single «O tú o yo» que contenía remezclas y versiones tanto de este tema como de «Existe un lugar». En el disco, todas las canciones aparecían como compuestas por Marta Coca (voces) y Diego Gómez (programación).

 

Los dos componentes del grupo se habían conocido mientras cursaban estudios en Vitoria. Diego, apasionado por la música de pop electrónica británica, comenzaba entonces a componer sus primeros temas y buscaba una voz suave para cantarlos. Marta se le unió y su primera experiencia fue grabar una versión del tema «It’s a Sin» de Pet Shop Boys.

 

Esta es su letra:

“Quizás, he pecado de ilusión
De ironía y obsesión
y he anulado la razón
y al final, di mucho más de lo que fui
de lo que quise admitir
nunca más seré feliz

¿Y para qué?
Todo esto ¿para qué?

No me queda ni dios, ni fe
en conseguirlo

¿Y para qué?
Todo esto ¿para qué?
y viene a santo ¿de qué?
el intentarlo

Con temor, a analizar la situación
a afrontar la decepción
de no lograr mi ambición
Y aquí estoy
decidida a continuar
convencida de mi error
nunca me oirás pedir perdón

¿Y para qué?
Todo esto ¿para qué?
No me queda ni dios, ni fe
en conseguirlo

¿Y para qué?
Todo esto ¿para qué?
y viene a santo ¿de qué?
el intentarlo

¿Y todo esto para qué?
Si todo era mentira
¿Y todo esto para qué?
Si todo era una ficción

¿Y todo esto para qué?
Si tú ya lo sabías
¿Y todo esto para qué?
¿Para qué? ¿Para qué?

Y todo esto ¿para qué?
Todo esto ¿para qué?
No me queda ni dios, ni fe
en conseguirlo

¿Y para qué?

Todo esto ¿para qué?
y viene a santo ¿de qué?
el intentarlo”.

 

EL ORIGINAL

 

OMD: Enola Gay

 

En el momento de la edición de “Todo esto para qué” se comentó que estaba inspirada en “Enola Gay” de OMD, canción compuesta por uno de los dos componentes del grupo, Andy McCluskey. En la edición de la publicación Efe Eme del 14 de noviembre de 2014 se cuenta la historia de “Enola Gay”:

 

“Enola Gay podía estar orgullosa de la criatura que albergaba en su vientre, conocido como “Little Boy”. Cuando “Little Boy” vio la luz, 200.000 personas perdieron su vida. Enola Gay era el nombre de una mujer, pero Enola Gay también era el nombre de un avión. El que el 6 de agosto de 1945 puso fin a la Segunda Guerra Mundial con el lanzamiento de aquel “Little Boy”, que en realidad era el nombre en clave para referirse a la bomba atómica que devastó Hiroshima.

 

El coronel Paul Tibbets fue el encargado de pilotar el bombardero Boeing B-29 Superfortress de las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos y fue, precisamente Tibbets quien decidió bautizar al avión con el nombre de su propia madre: Enola Gay Tibbets. Enola hubiera preferido que su hijo hubiera sido médico, pero el padre de este, un comerciante de pastelería, siempre tuvo claro que su hijo tenía que hacerse un hueco en la carrera militar. Y lo consiguió: Paul Tibbets fue uno de los primeros hombres en participar en el Proyecto Manhattan y su nombre quedó grabado en los libros de historia por su trabajo a los mandos de Enola Gay. Aunque muchos de los militares que participaron en el conflicto bélico acabaron arrepentidos o perdieron la cabeza, Paul Tibbets nunca sintió ningún remordimiento por su labor.

 

Más de tres décadas después del lanzamiento de la primera bomba atómica, Andy McCluskey y Paul Humphreys formaron un grupo al que llamaron Orchestral Manoeuvres in the Dark, o, simplemente, OMD. Aparte de la música, McCluskey explicó que ambos compartían otras aficiones. “Éramos un par de bichos raros a los que nos fascinaban los trenes y los aviones antiguos, lo que, inevitablemente, me hizo escribir sobre el Enola Gay, el avión que lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima”. Para cuando Andy McCluskey decidió escribir sobre aquel avión, Orchestral Manoeuvres in the Dark ya había debutado con su primer álbum en 1980, titulado como ellos. Para componer el tema, el músico trabajó de forma muy distinta a la tradicional: “Investigué sobre el tema en la biblioteca; no es como suele escribir las canciones la mayoría de la gente”. Una vez bien documentado, McCluskey comenzó a idear una serie de metáforas y a reflexionar sobre el tema: “Pensé que el verso ‘Is mother proud of Little Boy today?’ (“¿Está mamá orgullosa de su pequeño niño hoy?”) era muy inteligente porque tenía varios significados. Se refería al hecho de que el avión se llamaba como la madre del piloto, y la bomba tenía el nombre en clave ‘Little Boy’. Al mismo tiempo, me preguntaba si una madre estaría orgullosa de lo que su hijo estaba haciendo. Fui ambivalente en esto: “‘¿Pilotarías un avión para matar a toda esa gente porque crees que vas a salvar a más?’”. El verso “It’s 8:15 and that’s the time that it’s always been” (“Son las 8:15 y siempre ha sido esa hora”) era una referencia a la hora exacta en la que la bomba cayó desde el cielo de Japón.

 

La canción coincidió con la época en la que Margaret Thatcher decidió permitir a Estados Unidos almacenar misiles atómicos en el Reino Unido y la temática de «Enola Gay» era tan controvertida que, según Andy, surgieron diferencias en el círculo del grupo: “El tema causó consternación en la banda. Nuestro mánager nos amenazó con dimitir si lo lanzábamos como single”. Incluso su propio autor se cuestionaba la forma y el contenido: “Siempre me incomodó el hecho de que «Enola Gay» fuera una canción de pop alegre y brillante sobre un holocausto nuclear, pero era increíblemente pegadiza”.

 

Finalmente, «Enola Gay» se publicó como único single del segundo álbum de OMD, Organisation, publicado en 1980. Andy McCluskey quedó muy satisfecho con el resultado de la canción: “La emoción con la que la canté sirvió para darle fuerza. También estoy orgulloso del hecho de que, a pesar de que Paul y yo estuviéramos obsesionados con la tecnología y los sonidos electrónicos, nunca quisiéramos hacer aquella tontería de parecer robots que estaba de moda a principios de los ochenta”. Aunque McCluskey y Humphreys no quisieran parecer robots, Andy reconoció la influencia del grupo electrónico alemán Kraftwerk: “Nuestra gran inspiración fue Kraftwerk, aunque no teníamos la tecnología para emularlos. Eso nos ayudó a definir nuestro propio sonido. Nunca fuimos puristas y robóticos, y había cierto romanticismo en nuestras melodías”. De hecho, el título del disco provenía del nombre del embrión de lo que después sería Kraftwerk.

 

El single antibelicista que OMD había grabado tuvo una inmediata acogida por el público: “La gente no entendía cómo esta canción extraña sobre un avión que lanzaba una bomba podía ser un éxito, pero se convirtió en un pelotazo y vendió cinco millones de copias en Europa”. No obstante, el músico confesó que no todo el mundo comprendió de qué trataba la canción y se empezó a especular sobre una falsa teoría paralela: “Mucha gente simplemente no sabe de lo que trata. Algunos incluso pensaron que se trataba de un mensaje en clave de que éramos homosexuales”.

 

Enola Gay Tibbets falleció en 1983, tres años después del lanzamiento de la canción, y Enola Gay, el avión, se conserva en el Museo Nacional del Aire y el Espacio Steven F. Udvar-Hazy, en el condado de Fairfax, Virginia. «Enola Gay» supuso un antes y un después dentro de la trayectoria de Orchestral Manoeuvres in the Dark y, como tal, Andy McCluskey nunca renegó de ella: “No entiendo a las bandas que se cansan de tocar su mayor éxito, la canción que ha sido la clave de su existencia”.

 

Esta sería la traducción de su letra:

“Enola Gay, deberías haberte
quedado en casa ayer
ahá, las palabras no pueden describir
el sentimiento y la manera que mentiste
esos juegos a que tú juegas,
algún día acabarán en más lágrimas,
ahá, Enola Gay alguna vez,
esto no debería acabar así

Son las 8.15, y ésa es la
hora que siempre ha sido
tenemos un mensaje en la radio,
‘condiciones normales’ y te vas a casa

Enola Gay es una madre orgullosa
de su ‘Pequeño chico’,
ahá, el beso que diste,
nunca jamás se desvanecerá

Enola Gay alguna vez,
esto no debería acabar así
ahá Enola Gay, esto no debería
desvanecer nuestros sueños”.

 

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