LEÓN BENAVENTE: Ser brigada – LED ZEPPELIN: Achilles Last Stand

LEÓN BENAVENTE: Ser brigada – LED ZEPPELIN: Achilles Last Stand

LA POSIBLE COPIA

 

LEÓN BENAVENTE: Ser brigada

httpv://www.youtube.com/watch?v=OVNhzFJwjpQ

 

“Ser brigada” es una de las canciones que aparecían en el segundo álbum del grupo español León Benavente, titulado 2 y publicado en 2016 a través de la discográfica DRO Warner. El álbum había sido grabado en los estudios Garate (Andoain) con Kaki Arkarazo, y mezclado por Luca Petricca en los estudios Reno (Madrid), siendo la producción del propio grupo.

 

La presentación del álbum, en un texto de Agustín Fernández Mallo, decía lo siguiente: “Moderno no es sólo aquello que sin inmutarse atraviesa el tiempo, sino también lo que cuando por primera vez lo vemos/oímos/leemos nos parece que, incluso siendo totalmente nuevo, siempre hubiera estado ahí. Por ello Bach, Bowie o Heráclito siempre serán modernos. Y por ello también hay bandas que nada más nacer parece que desde siempre las estuviéramos esperando: sólo cuando su disco es editado notamos el vacío que había y nos preguntamos cómo podíamos vivir sin ellas.

 

En esas coordenadas se ubica León Benavente, quienes llegaron para cambiar irreversiblemente las cosas. Así lo demostraron en el que fuera su disco de debut, León Benavente, aquel milagro que nació sin taras, perfectamente cuajado, armado con referencias musicales tan bien digeridas que cuando fueron eyectadas ya eran de la banda y sólo de la banda. Ahora, en el nuevo disco, León Benavente 2, y desde otros lugares, se repite el milagro.

 

En ‘2’, León Benavente parece haber tomado como divisa el título de una de las más celebradas canciones, ‘Ánimo Valiente’, de su primer disco. Si aquel trabajo los puso en la órbita de los más sólidos grupos nacionales, lejos de acomodarse o de hacer de aquella maravilla una cadena de montaje aparecen ahora con un trabajo sensiblemente más duro en cuanto a sonido –hasta la 3ª canción no comparecen ecos explícitos del estilo que los encumbró-, y mucho más complejo en sus letras. Bases rítmicas muy estables, de ecos dark y synth pop, en ocasiones sorprendentemente minimalistas, embuten unas nerviosas programaciones y secuencias guitarreras cuidadosamente distribuidas en una suerte de pop ruidista a veces, con lances a la electrónica abstracta y a la mejor canción melódica otras, que hacen de la audición del disco una verdadera experiencia musical: la certeza de que en tus tímpanos alguien está picando raros caminos. Muy poco en el sonido de ‘2’ es predecible, ninguna combinación de acordes resulta adiposa, cuando crees que le has cogido la pauta un regate te deja sin balón; al momento lo ponen de nuevo a tus pies. Quizá por venir sus miembros de conocidas y veteranas bandas, se funden aquí variadas y en ocasiones antagónicas influencias de la música de los últimos 30 años, quizá también por ello ‘2’ es como meter en la casa de Gran Hermano al post punk, la electrónica, el krautrock y la tradición cantautora, pero ocurre que, lejos de pelearse, tiran el guion a la basura, cortan el cable de emisión y se alían para organizar desde allí dentro –un caserío en Andoain- su revolución.

 

Las letras de ‘2’ no se quedan atrás, el audaz tratamiento textual es otra de las grandes novedades. En lo que podemos llamar un «after-punk glosado», extensos recitados que en ocasiones rozan el spoken word se lanzan de modo explícito a verdaderas declaraciones de intenciones sociales sin perder en ningún momento la cercanía y la poética de la intimidad. Pero no nos asustemos, León Benavente no llora, grita desde unas posiciones absolutamente contundentes, vitalistas, casi nietzscheanas. Y es ahí, amalgamado en esas letras, donde el peculiar giro electrónico-ruidista de este disco cobra todo su sentido.

 

Si en su primer trabajo ya había brillantes cruces semánticos que nos llevaban a preguntarnos cómo era posible que en una canción de base rítmica a lo New Order se hablara de Portugal, en ‘2’ tal clase de sorpresas se multiplican hasta lo indecible, sólo ellos pueden citar al Opus Dei, los Bardem y la Ley Corcuera y salir airosos, o decirnos a la cara «tengo el país que me merezco», o resumir la errancia de la nueva clase media en «pequeños pisos en barrios modernos», o arrancar el disco aludiendo a la monumental novela La broma infinita. Y no hay vacua provocación ni impostada retórica, sino una sensibilidad que se las arregla para desde una tradición críptica hablar también de lo más tangible, hacer un relato creíble de cada uno de nosotros: dispara directamente a los ojos. Una poética sin duda sutil, cuajada en la interacción de detalles y sorprendente en nuestro panorama musical. León Benavente 2 da un paso adelante, hay nuevo sonido, hay sólida poética. León Benavente sigue siendo imprescindible.

 

Esta es su letra:

“Se conocieron en el parque de El Retiro en 1992. Ella llevaba un vestido de flores, él parecía ser un sufridor. Y entre gente que se aburre pronto de todo y gente que no acaba nunca nada, decidieron pasar juntos las noches, y ser más que pareja… ser brigada.
Y ocurrió así. Robaron un R5 y se fueron buscando el calor. Llegaron al desierto de Almería, y ese día, se cubrieron con todo el vapor del mar.
Subieron a la montaña más alta y gritaron sus nombres en bucle. Prendieron mecha a fuegos artificiales que les dejaron cegados por las luces. Y sintieron que la carretera se alejaba y que aún no estaban en ningún lugar, que eran los coches y los árboles lo único que les hacía avanzar.
Y ocurrió así. Ella dijo: «Contaré hasta tres, y si en ese momento no hemos parado nada nos va a detener. Uno, dos…».
Y pudo ser cosa de magia cuando se transformaron en bestias. Él en un lobo feroz y ella en un pájaro con cresta. Llegaban las malas noticias de todas las partes del mundo. Y a ellos sólo les preocupaba ser felices siendo fieras en su refugio.
Y ocurrió así. Ella solía cantar cuando a él le faltaba valor. Crearon su propia sinfonía, y su melodía, se escuchaba desde Lisboa a Perpignan, de La Coruña a Gibraltar, de Madrid…
… Al cielo solía mirar como a la serie negra de Goya. «¿De qué nos sirve luchar si nunca haremos historia?». Y vieron que incluso las flores tienen su parte decadente. «¡Qué se pudra este ramo de rosas, pero no antes que usted, señor Presidente!».
Y ocurrió así. Llegaron nuevas ideas que no eran nuevas, sino recicladas; la gente moderna no era moderna, sino anticuada. «¿Para qué, para qué joder, si aquí hay mucho más de lo siempre que quisimos tener?»”.

 

EL ORIGINAL

 

LED ZEPPELIN: Achilles Last Stand

httpv://www.youtube.com/watch?v=P-Rf1I9htJk

 

Tal y como asegura Paco en el apartado de esta web destinado a proponer parecidos entre canciones, “Ser brigada” de Led Zeppelin recuerda a “Achilles Last Stand” de Led Zeppelin, tema escrito por Robert Plant y Jimmy Page, incluido en su álbum Presence que fue editado el 31 de marzo de 1976.

 

La temática de la canción está inspirada por el accidente automovilístico que tuvo Robert Plant, rompiéndose el talón de Aquiles, así como por el héroe de Troya Aquiles. La canción describe las aventuras de Aquiles desde su punto de vista, contando los lugares por los que ha viajado y luchado, hasta hablar de su amada y su descendencia.

 

“Achilles Last Stand” es la tercera canción más larga de Led Zeppelin (tras “In My Time of Dying” y “Carouselambra”), en concreto con 10 minutos y 22 segundos. Se caracteriza por la pegada de la batería de John Bonham, la compleja línea de bajo de John Paul Jones (tocada con un bajo de ocho cuerdas fabricado a medida) y el arreglo orquestal de guitarra de Jimmy Page.

 

Esta sería la traducción de su letra:

“Era una mañana de abril cuando nos dijeron que deberíamos partir
Mientras me volvía hacia ti me sonreíste
¿Cómo podríamos decir que no?
Con toda la diversión por venir, para vivir los sueños que siempre tuvimos
Oh, las canciones por cantar cuando finalmente volveríamos

Enviando un beso inclinado a aquellos que aclamaban saber
Debajo de las calles en el vapor y el silbido
El diablo está en su agujero
Oh, para navegar lejos de las tierras arenosas y otros días
Oh, tocar el sueño, escondido dentro y nunca visto

En el sol, el sur, el norte, las últimas aves han volado
Las cadenas del compromiso caen en pedazos al suelo
Oh, cabalgar en el viento, andar por el aire encima del estruendo
Oh, reírse en voz alta, bailando mientras combatimos a la multitud

Para buscar al hombre cuya mano señala los pasos del gigante que se extienden
Con la orientación del guía desde el torcido camino que se remueve en piedra
Si una campana debiera sonar para celebrar a un rey
Así de rápido debería latir el corazón, como orgullosa la cabeza con pies pesados

Los días pararon cuando tú y yo nos bañábamos en el eterno resplandor del verano
Tan lejos y tan distante nuestro niño mutuo creció
Oh, el suave refrán alivia el alma y calma el dolor
Oh, Albión permanece, durmiendo ahora para subir otra vez

Errante y vagabundo, qué lugar para detener la búsqueda
Los poderosos brazos de Atlas mantienen los cielos desde la tierra
Los poderosos brazos de Atlas mantienen los cielos desde la tierra
Desde la tierra…

Conozco el camino, conozco el camino,
conozco el camino, conozco el camino

Los poderosos brazos de Atlas mantienen los cielos desde la tierra”.

 

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