“Wild One” (“El salvaje”) es una canción de la artista canadiense Cat Clyde, su primer lanzamiento con el sello Concord Records, tras una serie de álbumes y singles publicados de forma independiente. Fue editado el 4 de septiembre de 2025.
La canción fue compuesta por la propia Cat Clyde y contó con la producción de Drew Vandenberg y Cat Clyde. Ella toca la guitarra eléctrica y canta, Matt Stoessel el pedal Steel, Charles LaMont Garner la batería, Robby Handley el contrabajo eléctrico y vertical y Liam Duncan la armónica, la guitarra eléctrica, la guitarra barítona, la guitarra clásica y la pandereta .
La canción, así como el álbum que editará a continuación, de la que este tema formará parte, fue grabado en la localidad de Athens (Georgia) y producido por Drew Vandenberg (Faye Webster, Of Montreal, The Army, The Navy).
Con sede en la zona rural de Ontario, Canadá, Cat Clyde toca una combinación de blues enérgico con toques folk. Sus influencias, según reconoce ella misma, van desde Patsy Cline y Lead Belly hasta Karen Dalton y Bobbie Gentry.
Esta sería la traducción de su letra:
“Gran cielo moviéndose sobre lo blanco
Todo lo que sé, cambia con la marea
Todo lo que sabía del amor
Voló con la lona azul en lo alto
Y me siento pesada, me siento triste
Pensando en los tiempos que tuvimos
Todo lo que compartimos y todo lo que hicimos
Esculpido en una sola hoja
Oh, salvaje
Salvaje
Recuéstate conmigo bajo los rayos del suave sol
El tiempo se detuvo en una hora
Nos abrimos como las flores de las rosas silvestres
De tierra, barro, sangre y huesos
Silencio, harta , como una piedra
El corazón sale y vuelve a casa
Arriba, hacia las nubes de espuma
Deja que mis cuerdas se suelten y vuelen
Arriba, hacia el cielo abierto
Oh, salvaje
Oh, salvaje
Recuéstate conmigo bajo los rayos del suave sol”.
EL ORIGINAL
LEONARD COHEN: Hallelujah
Tal y como se puede comprobar al escuchar ambas canciones, “Wild One” de Cat Clyde recuerda en su melodía a la canción “Hallelujah” de Leonard Cohen, más incluso en su interpretación a cargo de Jeff Buckley.
En 1984, Leonard Cohen publicó el álbum Various Positions. Una de las canciones que incluía ese disco es “Hallelujah”, un tema que tuvo una gestación lenta y obsesiva. El proceso de composición se extendió durante unos cinco años en los que Leonard Cohen llegó a escribir hasta ochenta estrofas de entre seis y doce versos cada una, de las que conservó unas treinta y seis. Tal fue su obsesión con ella que llegó un momento dado en el que creyó que no podía avanzar más y que no había futuro para esa pieza en concreto.
Cuando Cohen presentó a los responsables de su discográfica las canciones que formarían parte del disco que había grabado, y que se titularía Various Positions, 1984, se encontró con un muro de desaprobación. Walter Yetnikoff, Presidente de la compañía CBS, se lo hizo saber sin rodeos: “Mira, Leonard, sabemos que eres grande, pero no sabemos si realmente vales la pena”, fueron sus palabras literales. Su discográfica se negó a editarlo.
Curiosamente, en el resto del mundo sí se publicó, en 1984. Tras la edición, el álbum tuvo buena acogida en lugares como Francia o Suiza, pero donde encontró su mejor acogida fue en España, Portugal y Noruega, llegando a colocarse entre los diez más vendidos. Esa entusiasta recepción fue la que llevó a un sello independiente norteamericano, Passport Records, a negociar con Columbia y a acabar comprando los derechos para lanzarlo en Norteamérica al año siguiente, en 1985.
La letra de canción, tal y como fue grabada en su primera encarnación más espiritual en el álbum Various Positions, en 1984, no le parecía a Cohen la definitiva, así que siguió reescribiéndola en los siguientes cuatro años. Por eso, cuando la cantó por primera vez frente a unas cámaras en el programa de televisión Austin City Limits la noche de Halloween [el 31 de octubre] de 1988, había recuperado otros versos de los escritos.
En esta segunda versión de su canción (incluida seis años después en su disco Cohen Live,de 1994), Cohen omitía todas las referencias bíblicas del original, centrándose en el estribillo y la tercera estrofa, con una conclusión más sombría.
El primer artista en reconocer la valía del disco Various Positions fue Bob Dylan, quien fue también el que primero supo atisbar el potencial de “Hallelujah”, ya desde el momento en que la había escuchado el año de su edición en Europa, en 1984; de hecho, había acudido al concierto de Leonard Cohen el 22 de febrero de 1985 en Salle Pleyel (París), cuando consiguió que Cohen se la cantase en persona después de su actuación. Dylan acabaría interpretando “Hallelujah” dos veces en directo en su gira de 1988: la primera, en el Fórum de Montreal el 8 de julio, y la segunda, el 4 de agosto en el Teatro Griego de Los Ángeles
En ese mismo año, John Cale -anteriormente componente de The Velvet Underground junto a Lou Reed- escuchó la canción por primera vez en el Teatro Beacon de Nueva York en el concierto que allí dio Cohen del 16 de noviembre de 1988, quedando completamente noqueado. Desconocía la versión del disco Various Positions de cuatro años antes, lo que habla claramente una vez más de cómo había quedado totalmente en el olvido. Como no tenía la letra, se puso en contacto con Cohen para pedírsela. Se marchó a cenar y, a la vuelta, se encontró en el suelo de su apartamento 15 páginas que el canadiense le había enviado por fax, o sea, una pequeña parte de todas las estrofas que había escrito.
Cale la arregló entonces para piano y reordenó algunos de aquellos versos, sumando las dos primeras estrofas que Cohen había utilizado en su disco de 1984 y tres de las que había grabado en el programa de televisión que aún no se había publicado siquiera, con lo que mantenía parte de su contenido espiritual al principio y le añadía el erótico al final. Empezó a cantarla en sus conciertos en directo antes de grabar su versión en un estudio en 1991, la que acabó siendo incluida en el disco colectivo de homenaje a Cohen titulado I’m Your Fan y que fue publicado por la revista francesa Les Inrockuptibles.
Curiosamente, la segunda versión grabada de la canción llegó desde España y estuvo a cargo de la banda albaceteña Surfin’ Bichos, incluida en su disco de seis interpretaciones de temas ajenos titulado Family Album I, editado en 1993.
Fue la versión de John Cale en el álbum I’m Your Fan la que Jeff Buckley descubrió en 1992 en el apartamento de unas amigas en Nueva York, cuando estas se habían ido de viaje dejándole al cuidado de sus gatos. A partir de ese momento, la hizo suya y empezó a incorporarla a sus conciertos, tocándola solo con su guitarra y aportándole una dimensión distinta, más frágil e indomable. En Grace (1994) su único álbum editado en vida, aparece la que es, probablemente, la versión definitiva de “Hallelujah”, intensa, personal, sentida, afligida y emocionante.
Tras la versión de Buckley, empezó a crearse un culto cada vez mayor alrededor de la canción que fue creciendo con los años. La siguiente reinterpretación memorable del ya entonces clásico llegaría desde España, dándole un giro casi radical, en el disco Omega de Morente y Lagartija Nick, en diciembre de 1996.
Tendrían que pasar otros cinco años para que llegase una producción de Hollywood y convirtiese a “Hallelujah” en un tema casi inevitable. La versión que aparece en la banda sonora de la película Shrek (2001) viene firmada por Rufus Wainwright, aunque en la escena de la película en la que se ultiman los preparativos para la frustrada boda de la princesa Fiona y Lord Farquaad se optó por recuperar la de John Cale.
Bien se podría fijar en ese momento, dieciséis años después de haberse grabado, cuando la canción llegó al gran público, abriendo la veda indiscriminada de versiones, adaptaciones y todo tipo de interpretaciones. Desde entonces se cuentan alrededor de 800 versiones con mayor o menor fortuna, entre ellas las de k d Lang, Susanna & The Magical Orchestra, Imogen Heap, Perla Battalla, Pentatonix, Allison Crowe, Willie Nelson, Michael Bolton, Il Divo, Popa Chubby, Bon Jovi, Neil Diamond, Michael McDonald o Bono. En castellano ha contado, además, con adaptaciones de Soledad Pastorutti en Argentina, de Olga Tañón en Puerto Rico, del grupo Rata Blanca en directo en una versión instrumental o del español Iskiam Jara bajo su seudónimo Sr. Jonnes, siendo esta última la que se ha convertido en el modelo para otras reinterpretaciones entre el público de habla hispana. A ellos habría que sumarles las miles y miles de versiones a su manera que coros, orquestas, grupos y distintos artistas suman cada noche en directo.
Esta es la traducción de la letra de la primera versión de Leonard Cohen:
“Escuché que había un secreto acorde
que David tocaba y agradaba al Señor
Pero a ti no te interesa la música ¿o sí?
Bien, va así la cuarta, la quinta, el menor baja y el mayor se eleva
El rey desconcertado compone aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya…
Bien, tu fe era cierta pero necesitabas demostrarlo
La viste bañarse en el techo
Su belleza y la luz de la luna te derrocaron
Ella te ató a su silla de la cocina
Ella rompió tu trono y cortó tu pelo
Y de tus labios ella dibujó el aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya…
Cariño, estuve aquí antes,
He visto esta habitación, he caminado en este piso
Solía vivir en soledad antes de conocerte
He visto tu bandera en el arco de mármol
Pero el amor no es una marcha de victoria
Es un frío y roto aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya…
Bien, había un tiempo en el que me permitías saber
Lo que realmente pasaba abajo
Pero ahora nunca me lo muestras
Pero recuerda cuando me mudé a ti
Y la paloma santa también
Y cada respiro que hicimos fue aleluya
Bien, tal vez haya un Dios arriba,
Pero todo lo que he aprendido del amor
Fue como dispararle a alguien que te difumina
No es un llanto lo que escuchas en la noche
No es alguien que ha visto la luz
Es un frío y roto aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya…”.