LA POSIBLE COPIA
JOAN MANUEL SERRAT: Penélope
“Penélope” es una canción que fue editada en single en el año 1969 por el cantante y compositor catalán Joan Manuel Serrat, con “Tiempo de lluvia” en su cara B. Había sido compuesta por Augusto Algueró en su música y por Serrat en su letra, con arreglos de Ricard Miralles.
En el diario La Nación del 27 de septiembre de 2021 se explica su letra: “Penélope era aquella mujer que se sentaba a esperar en el banco del andén de una estación de tren el regreso de su amado. O al menos eso es lo que “dicen en el pueblo”.
“Penélope con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón. Y su vestido de domingo. Penélope se sienta en un banco en el andén. Y espera que llegue el primer tren, meneando el abanico”. Palabras más, palabras menos esa fue la voz de Odiseo cuando se despidió de Penélope y se fue a pelear la Guerra de Troya.
Los Personajes
El caminante. Odiseo, también conocido como Ulises. Es el personaje central de la Odisea de Homero, rey de Ítaca. Hijo de Laertes y Anticlea. Esposo de Penélope y padre de Telémaco, el hijo fiel que lo ayuda para su regreso triunfal, luego de diez años de guerra troyana y de otros diez que le costaron el regreso. De hecho, los 24 cantos de la Odisea refieren justamente a esos años de retorno.
Penélope. La muchacha “vestida de domingo” era la esposa fiel que espera a su amado y, junto a su hijo, soportan durante dos décadas la presión de varios pretendientes que la querían por esposa, asegurando que Odiseo había muerto. Penélope teje una prenda porque ha prometido que el día que la termine también finalizará la espera de su amado y aceptará a uno de sus pretendientes por esposo. Pero no quiere hacerlo, por eso teje de día y desteje por las noches.
Los pretendientes. En el canto cuarto, Telémaco emprende un viaje para tener noticias de su padre. Antes convoca a una asamblea para que el pueblo esté al tanto de sus movimientos y se desestime la presión de aquellos pretendientes de su madre. Nada quería saber Penélope con ellos, en los versos de Homero ni en la canción de Serrat y Algueró. En una de las estrofas dice: “Penélope. Tristes, a fuerza de esperar, sus ojos parecen brillar si un tren silba a lo lejos. Penélope, uno tras otro los ve pasar. Mira sus caras, les oye hablar. Para ella son muñecos”. Obviamente no se refiere a trenes con caras sino a gente que llega en esos trenes. Pero ella no les da importancia. “Son muñecos”. O pretendientes.
Entre hazañas y sirenas, a Odiseo le llevó una década concretar su regreso. Para que los pretendientes de su esposa no lo mataran, en el Canto XIII Atenea lo disfraza de vagabundo. Pocos lo reconocen. Su perro, ya viejo, y su hijo. Penélope no, aunque luego de que Odiseo le hable de su vida aceptará que se trata de su esposo. Le describe su intimidad y el lecho que él mismo construyó con un olivo.
Más allá de que en la canción también se mencionan árboles, en este caso sauces, hay pistas sobre el envejecimiento, la juventud y la espera. Cuando dice “Penélope, mi amante fiel, mi paz. Deja ya de tejer sueños en tu mente” tiene una conexión con esa mujer que teje y desteje en eterna espera. Por otro lado, parte de la especulación que se podría hacer es que Penélope se mantuvo siempre joven y bella y esa fue, al menos una de las causas del acoso de sus pretendientes (la otra era, obviamente, ganarse el trono de Ítaca). Por otra parte, de este modo se puede interpretar la letra de la canción, cuando dice: “Pobre infeliz, se paró su reloj infantil, una tarde plomiza de abril, cuando se fue tu amante”. Su tiempo dejó de ser el tiempo de los demás, se detuvo.
…Es necesario marca la diferencia de los finales. En la Odisea, el protagonista triunfa en la lucha frente a sus adversarios y logra que Penélope lo reconozca. Luego viaja a ver a su padre y cuando aparece otra guerra en puerta interviene Atenea, para proponer un pacto de paz. La canción, en cambio, termina algunos capítulos antes: “Mírame, soy tu amor, regresé”, dice. Pero ella “le sonrió con los ojos llenitos de ayer. No era así su cara ni su piel. ‘Tú no eres quien yo espero’. Y se quedó con el bolso de piel marrón y los zapatitos de tacón, sentada en la estación”, seguramente sin poder salir de su complejo de Penélope”.
Esta es su letra:
“Penélope, con su bolso de piel marrón
Y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo
Penélope se sienta en un banco en el andén
Y espera que llegue el primer tren meneando el abanico
Dicen en el pueblo que un caminante
Paró su reloj una tarde de primavera
Adiós amor mío, no me llores
Volveré antes que de los sauces caigan las hojas
Piensa en mí, volveré a por ti
Pobre infeliz se paró tu reloj infantil
Una tarde plomiza de abril cuando se fue tu amante
Se marchitó en tu huerto hasta la última flor
No hay un sauce en la calle Mayor para Penélope
Penélope, tristes a fuerza de esperar
Sus ojos parecen brillar si un tren silba a lo lejos
Penélope uno tras otro los ve pasar
Mira sus caras, les oye hablar, para ella son muñecos
Dicen en el pueblo que el caminante volvió
La encontró en su banco de pino verde
La llamó: Penélope mi amante fiel, mi paz
Deja ya de tejer sueños en tu mente
Mírame, soy tu amor, regresé
Le sonrió con los ojos llenitos de ayer
No era así su cara ni su piel
Tú no eres quien yo espero
Y se quedó con el bolso de piel marrón”.
EL ORIGINAL
FRANCIS LAI: Theme to Catherine
Tal y como nos indica Paco en el apartado de esta web destinado a proponer parecidos entre canciones, “Penélope” de Joan Manuel Serrat recuerda, en parte de su melodía, a la canción “Theme to Catherine” de Francis Lai.
El tema aparecía en la banda sonora de la película Vivir para vivir (en francés, Vivre pour vivre), un largometraje de 1967 dirigido por Claude Lelouch y protagonizada por Yves Montand, Candice Bergen y Annie Girardot.
La película obtuvo una gran repercusión internacional ya que ganó el Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa y, además, fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa, convirtiéndose en una de las más reconocidas de su realizador.
Francis Lai, nacido en Niza en 1932 y fallecido en 2018 en París, empezó como acordeonista de Édith Piaf. Además de compositor de canciones para distintos cantantes franceses, compuso bandas sonoras para distintas películas, empezando en 1965 con Un hombre y una mujer de Claude Lelouch.
Por la música de esta película sería nominado al Globo de Oro. Pero no sería hasta cuatro años después cuando ganase el Globo de Oro a la Mejor Banda Sonora y, también, el Oscar, por su música para la película Love Story, dirigida por Arthur Hiller.
Solo seis o siete notas. No da para hablar de «copia».
A lo sumo de «música tal vez inspirada en».
Sí, es una propuesta de Paco que incluimos por haberla enviado a la web