LA POSIBLE COPIA
THE AUTERS: Land Lovers
“Land Lovers” es una de las canciones incluidas en el tercer álbum en estudio de la banda británica The Auteurs, titulado After Murder Park y publicado por la compañía discográfica Hut el 1 de marzo de 1996.
Después de dos álbumes tan particulares en la carrera de The Auters como los dos primeros, uno se pregunta cómo es que llegaron a coincidir dos tipos tan distintos como Luke Haines y Steve Albini. Lo suyo era una pareja extraña en principio, o al menos eso podría parecer. Estos dos personajes formaron una extraña sociedad sin la que el encanto de After Murder Park sería el mismo.
El trabajo como productor de Albini durante los 16 días que duró la grabación consistió en sacar al exterior el nervio de las canciones de Luke Haines y tratar de controlar su serio carácter. Tanto que lo que antes eran sus mayores defectos acabó por convertirse en sus mayores aciertos: lo poco preciosista que es y la falta de acabado de sus textos.
En After Murder Park cada canción es un melodrama precisamente trazado con tendencias hacia lo menos agradable: niños que sufren abusos, esposas maltratadas, alcohólicos reincidentes… son los que pueblan estas canciones, confirmando que lo extraño a priori suele producir los mejores resultados.
EL ORIGINAL
NEW YORK DOLLS: Vietnamese Baby
Tal y como señalar Polonius en el apartado de esta web destinado a proponer parecidos entre canciones, “Land Lovers” de The Auteurs copia su riff de guitarra de “Vietnamese Baby” de New York Dolls, aparecida en el disco homónimo de debut del grupo publicado en 1973.
Formados en 1971 por el vocalista David Johansen, los guitarristas Johnny Thunders y Rick Rivets (pronto sustituido por Sylvain Sylvain), el bajista Arthur Kane y el batería Billy Murcia (reemplazado por Jerry Nolan tras morir de una combinación letal de drogas y alcohol), el grupo había sido concebido como un proyecto temporal para “conocer chicas”. Sylvain y Murcia habían planeado abrir una tienda de ropa en la Avenida Lexington, en un lugar enfrente a un taller de reparación de muñecas llamada New York Dolls Hospital del que tomaron su nombre.
Desde el principio, las discográficas rehusaron ficharlos por su vulgaridad y travestismo sobre los escenarios. A pesar de ello, el grupo estaba decidido a “fingir hasta conseguir salir adelante. Teníamos que lograr creernos que éramos famosos antes de que realmente lo fuéramos”, según reconoció Sylvain en el libro de Paul Myers A Wizard, A True Star: Todd Rundgren in the Studio (2010). “Actuábamos como si fuésemos estrellas del rock. Kane incluso llamó a su bajo Excalibur, como en la leyenda del Rey Arturo. Era una locura”.
Por fin, tras llenar diversos locales neoyorquinos y una gira por Inglaterra, un concierto en Nueva York llamó la atención de dos ejecutivos de Mercury, Bud Scoppa y Paul Nelson, lo que llevó a ficharlos el 20 de marzo de 1973 pagándoles un adelanto de 25.000 dólares. Los padres de alguno de los componentes de la banda tuvieron que firmar en su lugar por ser demasiado jóvenes para comprometerse legalmente. Poco después entraban en el estudio con el productor Todd Rundgren en una colaboración de la que ninguno quedó satisfecho.
El debut de la banda apareció finalmente el 27 de julio de 1973. La compañía Mercury apoyó el lanzamiento con una campaña de promoción que se apoyó en frases como “Presentando a los New York Dolls: un grupo que te va a gustar, quieras o no” o “La banda que amas odiar”. Sin embargo, muchos medios estaban ya predispuestos en su contra por su estilo, su apariencia y la muerte prematura de su primer baterista, Billy Murcia, asociada con las drogas duras. Su reputación de excesos, groupies, habitaciones de hotel destruidas y desórdenes públicos les precedía.
La portada en el que aparecían travestidos no contribuyó precisamente a erradicar esa leyenda. Paul Nelson, el ejecutivo que los había fichado, se dio cuenta inmediatamente. “Nunca creí que fuera a ser tan controvertida. Recuerdo estar en una de las radios más importantes de Filadelfia y el locutor solo me hablaba de la portada, diciendo que nunca lo pincharía por ello. No me imaginaba que a las emisoras punteras pudiera chocarles, ya que a mí no me chocaba. Supongo que la familiaridad con sus personas me hizo inmune al hecho de que iban a ser juzgados por la cubierta del disco. Creó algo que siempre estuvo en el primer plano de las opiniones de la gente, y nunca de sobrepusieron a ello”.
Aquellos prejuicios imparables llegaron hasta Inglaterra. En el seguido y reputado programa musical televisivo de actuaciones en directo The Old Grey Whistle Test, su presentador Bob Harris calificó su música de ‘mock rock’ (‘rock burlesco’). Todo ello sumaba en su contra, hasta el punto que la revista Creem aseguró que se trataba “del grupo que más espectadores consigue que se marchen en medio de sus conciertos”, mientras que la publicación Stereo Review comparó el sonido de las guitarras del disco con el de las cortadoras de césped.
Lo cierto es que, con el tiempo, el álbum se convirtió en un trabajo referencial en el rock and roll, extendiendo su influencia por el punk y el hard rock de bandas como Ramones, Kiss, Sex Pistols, The Damned o Guns N’ Roses y reverenciado por artistas como Morrissey. No solo eso, sino que su portada también fue imitada y homenajeada en alguna ocasión por bandas como New Wave Hookers (New Wave Hookers, 1998), The Devil Dolls (We Are the Devil Dolls, 2002) o Peppermint Creeps (Cover Up, 2008). De todas, la más parecida a la original la consiguió el grupo español Nancys Rubias en su debut homónimo de 2005.